La patria potestad es uno de esos conceptos jurídicos fundamentales para regular las relaciones entre los padres e hijos, pero que más desconocidos son, a la hora de la verdad, por estos dos protagonistas.
Puede resultar normal que los hijos, cuando todavía tienen la minoría de edad para la que fue ideado dicho concepto, no conozcan sus implicaciones reales. Sin embargo, resulta más llamativo que sus padres no tengan excesivamente claro qué comprende esta categoría.
Por eso vale la pena que dediquemos este espacio a su definición y sus consecuencias. Toma nota de ambas.
¿En qué consiste la patria potestad?
En primer lugar, te vendrá bien saber que se trata de los deberes y derechos contemplados en las relaciones entre los padres y sus hijos. Unos deberes y derechos que, por cuestiones de edad y responsabilidad lógicas, obligan a los primeros respecto de los segundos.
A grandes rasgos, estas obligaciones remiten a su cuidado y protección, pero también a la formación y administración de su patrimonio. Incluso a la identidad del hijo, que, a nivel básico, tiene que ver con su nombre y sus apellidos.
En ocasiones resulta interesante utilizar la comparación con conceptos similares, ya que contribuye a delimitar el alcance de una definición. En este sentido, la custodia de un menor tendrá que ver con decisiones menos esenciales y generales que la patria potestad. En este último caso se ceñirá a las de manutención propias del día a día.
Por otro lado, has de saber que la regulación de la categoría que nos ocupa en este texto se encuentra en los artículos 154 y 155 del Código Civil.
Las implicaciones prácticas de la patria potestad
Una vez repasada la teoría, es el momento de pasar a la práctica. En este aspecto, recuerda que la patria potestad se extingue automática y naturalmente cuando el hijo alcanza la mayoría de edad. También mediante las adopciones y emancipaciones. Se trata, por otra parte, de un concepto compartido, dado que lo normal es que los dos progenitores lo ejerzan.
Lo ejercen, además, para favorecer los intereses del hijo, puesto que se valora que la ayuda del padre y de la madre será deseable para él. El concepto favor filii seguirá siendo también el que se tiene en cuenta cuando se declare la incapacidad de alguno de los progenitores para continuar ostentando la patria potestad. Dicha incapacidad sería temporal, pues podría volver a evaluarse posteriormente la idoneidad del progenitor en cuestión para recuperar la patria potestad.
Por último, resulta interesante aprender cómo se ponen en marcha los mecanismos de retirada de la patria potestad. En estos supuestos va a resultar imprescindible iniciar el proceso conocido como demanda de modificación de medidas, que pasará por la obtención de pruebas y el análisis llevado a cabo por un equipo psicosocial judicial, que pueden servir para fundamentar la sentencia de suspensión (incluso también la del régimen de visitas).
Cuando afrontes uno de estos procedimientos, te va a compensar tener el asesoramiento de un abogado experto en Derecho de Familia.
En definitiva, ¡aprende, por el bien de los hijos, a distinguir el contenido de la patria potestad!